El Lobby, situado en el corazón del Campus de la Relojería de Ginebra, actúa como un punto de unión entre la boutique, el restaurante y el anfiteatro, distribuyendo las circulaciones hacia el resto de las zonas. La intervención buscó transformar un espacio originalmente pensado como de paso en un entorno dinámico, versátil y acogedor, añadiendo nuevas funciones que lo convierten en un lugar vivido.
El espacio se concibe como un área de coworking, un entorno inspirador para la colaboración y el trabajo. También funciona como extensión del restaurante, ofreciendo un ambiente acogedor para disfrutar de una comida. Además, se convierte en un espacio cultural en el que se exponen obras de arte que se renuevan periódicamente y también tiene la capacidad de convertirse en una zona de buffet en el contexto de eventos organizados en el anfiteatro.
Este enfoque flexible y adaptativo hace que el lobby no solo sea un punto de tránsito, sino un espacio vivido, donde las personas pueden interactuar, colaborar, disfrutar de arte, comida y eventos, en un ambiente de constante cambio y enriquecimiento.
Para hacer del lobby un espacio más acogedor, cálido y fresco, se han implementado diversas estrategias de diseño que integran materiales y elementos que aportan textura y riqueza visual. Las cortinas permiten crear áreas más íntimas, adaptándose a las necesidades del momento. Se ha aplicado pintura a la cal para aportar delicadeza y naturalidad a las superficies, creando un contraste con la estructura y los muros de hormigón. Un zócalo de madera refuerza la sensación de calidez y continuidad visual. Además, una alfombra en tono terracota crea un contraste con el suelo gris oscuro, aportando confort y calidez al espacio.
Se han diseñado mesas altas a medida, con enchufes integrados, que combinan funcionalidad y estética. En el centro del espacio, se ha colocado un banco jardinera que refuerza la presencia de la naturaleza, convirtiéndose en un punto focal.
Los colores y las texturas se han utilizado estratégicamente para definir diferentes áreas y generar pequeñas “burbujas” dentro del espacio. La doble altura en la zona central aporta amplitud y luminosidad, mientras que el techo en la parte más baja se ha pintado de rojo, logrando un ambiente más envolvente y agradable a la escala humana.
Proyecto de interiorismo
Proyecto de iluminación
Distribución
Mobiliario a medida